George.

Martes, 19, marzo, 2030.

Miro a Milán acostado en su cama mirando la nada, no ha hablado ni se ha parado desde que Miranda y yo llegamos hace rato a su mansión, nunca entenderé a los millonarios que tienen mucho dinero y aun así se pone triste porque la mujer que aman lo dejó, o si los entiendo un poco.

— ¿No dirás nada? — pregunto por quinta vez desde que entre a su habitación — Sé que tengo un poco de culpa, debí haberte dicho que te hice un análisis sin tu permiso para saber si eras estéril o no, lo siento, pero las cosas pasaron así de la nada, debiste pensar con la cabeza fría, Milán…

Suspiro y salgo de la habitación, vuelvo a suspirar ya en el pasillo, miro a la rubia y niego, ella mira hacia dentro.

— No quiere comer ni salir, no me quiere escuchar y solo anda