Alaia
—Estaba con mi prometida —dice Cedric, en un movimiento extremadamente rápido pone un anillo sobre mi dedo y presiona su mano sobre mi cintura—¿No es así, mi amor?
Llegamos a ellos y veo a Freja completamente emocionada, al igual que sus demás familiares presentes, Bart yonoseque tiene cara de que se lo llevan los mil demonios, ya no está con su esposa, está acompañado de otro hombre, que le susurra algo.
—Estaba pidiéndole ser mi esposa en el hermoso jardín —sonríe seguro y volteo a verlo— ha aceptado —dice y lo miro incrédula.
El hombre llamado Bart me fija.
—Así es —digo casi preguntando, afortunadamente no me conoce para ver la duda en mi rostro.
—Oh, que maravilla, finalmente ha pasado —Thea aplaude en su pecho y miro Cedric con ojos asesinos, solo me basto esto para saber que se ha metido en un lío gordo.
—¿Cuándo será la boda? —cuestiona con una sonrisa malévola en su rostro.
—¿En seis meses? —me pregunta Cedric y no respondo.
—Maravilloso —comenta mientras un tip