Paula
—Pude venir por mi cuenta —digo cuando termino el beso y toco su pecho.
—No quería que lo supieras hasta que llegaras hasta aquí—pasa el pulgar por mis labios.
Me estoy permitiendo hacer lo que siento y dejarme llevar.
No perdemos el tiempo y comenzamos a besarnos, hemos vivido nuestro amor en secreto, nos hemos escapado a cenas, algunos paseos durante este tiempo y he sido muy feliz, pero aún no he permitido que mi hija y los demás lo sepan, y lo he disfrutado como no tienen idea, estoy segura de que ella no entenderá al principio, parecía que no había vuelta atrás entre Patrick y yo.
—Eres bellísima —menciona mirándome a los ojos y puedo sentir un cosquilleo en mi pecho, había olvidado lo que se siente que te hagan sentir hermosa.
Sonrío y él vuelve a besarme, estoy viviendo un sueño que no me atreví a soñar.
—Hice que prepararan una cena para los dos y he ayudado —informa Patrick.
—¿Tú has ayudado? —digo sin creerle, desde que recuerdo sus habilidades en la cocina son nulas,