| Lumina |
Arrastre a Thomas a mi habitación cuando llegamos la abro y entramos pero antes de que dijera lo empotre contra la puerta, lo mire fijamente a los ojos y el solo sonrió dulcemente.
— Si siquiera cometes un error...-digo siendo interrumpida
— Nunca te haría daño-dice
Sin mas estrelle mis labios con los suyos, puse mis manos en su cuello y el en mi cintura que delicia probar por segunda vez sus cálidos labios sintiéndome tan afortunada de poder tenerlo en mis brazos otra vez, el delinea mis labios y sin pensarlo le doy permiso para que pueda dar inicio a la exploración, su lengua explora toda mi cavidad bucal al encontrarse con la mía empezando una guerra de lenguas.