A pasado una semana exactamente desde aquel encuentro con Ryan y para mi estar con él es muy incómodo y ni uno de los dos ha cruza ninguna palabra.
Estamos los dos acostados en la cama él boca arriba mirando hacia él techo y yo volteada hacia un lado dándole la espalda pero aun así ya es medianoche y no he conciliado el sueño y por lo que veo Ryan tampoco.
"Creo que ya es hora de hablar".
-¿Estás despierto?.-preguntó.
"¡Que estúpida pregunta!".
-Sí, aunque es una pregunta estúpida sabiendo que estoy despierto.-contestó con una estupenda oración.
-Juguemos a algo ¿si?.-me volteo quedando mi cara en su costado.
-¿A que?.-dice volteando levantando una ceja.
-Hacer preguntas, ya que estamos esperando un hijo y no nos conocemos .-lo solté de golpe sin pensarlo .
Él se queda en silencio.
-¿Que edad tienes?.- dijo empezando el juego aunque él no haya dicho nada.
-Tengo 22 ¿y tu?.-vaya, pensé que tenis mas edad .
-18, eres un asalta cunas.-dije.
Rio entre dientes, pero él se ríe con ganas .
-