—No era necesario que me acompañarás a la universidad.— le digo.
—Quería, estar contigo un rato más.— me guiñó el ojo.
No habíamos tocado el tema de ayer, de aquellos besos, por mi parte no tenía una idea clara de que era lo que quería de él, pero moría por saber que pensaba él.
—Esta noche, iremos a cenar.— dice Gabe.
No me agradaba la idea de ir a cenar con alguien que solo hablaría en toda la noche sobre política o economía. Eso sería demasiado aburrido, pero este era el precio de estar casada con él.—¿Con quiénes?
—Solo, nosotros dos. Es una cita.
Me giro para verle y me sonríe. ¿Una cita? Tenía mucho tiempo de no escuchar esa palabra, pero agradecía que íbamos a ser solo nosotros dos.—No crees que es muy tarde para una cita.— le mostré el enorme y caro anillo que tenía en el ded