- ¡Max, me asustaste!.
- Lo que sea que estés pensando hacer, no te dejaré, te estás poniendo en riesgo tu sola y no voy a poder protegerte.
- Es la única manera de terminar con esto.
-¡no puedes saberlo!. . . No tienes permitido salir, así tenga que encerrarte, ¿está claro? Yo voy a resolver esto. - dijo molesto.
Ella no respondió, solo se limitó a verlo.
- ¡Pregunté si esta claro Fernanda! - Dijo levantándo la voz.
Se estremeció, casi nunca usaba ese tono con ella.
-¡No me hables así!, tengo qué saber, después de tanto tiempo, no es normal que él me acose, aquí hay algo más.
- ¡Por supuesto que hay algo más, está demente! No me obligues a esto, si continuas, no te dejaré salir.
- Pero. . .
- Sin peros, ¡dije no!
Max estaba furioso, ella se habia expuesto sin pensar en las consecuencias, y ahora no sabía como enfrentarlo.
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Al dia siguiente, Fernanda estaba ansiosa, ya casi era la hora de la cita y aún no sabía como podría salir, sabia que era muy peligroso, y que Max iba a esta