Leticia no esperaba que Carlos fuera a rechazarla de manera tan categórica y directa, ¿qué podía hacer ahora?

Al regresar a casa, lo primero que hizo fue pedirle a alguien que desbloqueara el teléfono de Diego, buscando esos videos en la galería, pero no había nada. Trató de buscar, pero descubrió que no encontró nada especial.

El tiempo pasaba minuto a minuto. Después de cenar por la noche, Leticia regresó a su habitación y comenzó a buscar información en el teléfono otra vez. Antes de que pudiera encender la pantalla, sonó el teléfono.

Su cuerpo tembló, miró el número de la llamada entrante, no se atrevía a contestar.

¡Ding dong!

Llegó un mensaje, lo abrió y vio palabras amenazantes: "Sé todo lo que has hecho, soy Diego."

¿Diego? ¿No había muerto?

Ella claramente lo había visto con sus propios ojos tendido en el charco de sangre, había visto con sus propios ojos cómo cerraba los ojos.

Llegó otro mensaje: "Contesta el teléfono."

Unos segundos después, el teléfono sonó otra vez, ella c