A la mañana siguiente, al despertar Elizabeth noto que estaba sola en su casa por lo que llamó a su madre enterándose de que ella aun no habia regresado del extranjero.
- ¿En serio hija?
- ¡Si mamá, ayer me pidió matrimonio!
- Ah… vaya…
- Jo… porque no suenas emocionada ni feliz.
- Eli, estoy feliz por ti hija… pero no sé, siento que esto es tan repetido que no puedo creérmelo e igual James no se ha portado como un enamorado normal contigo.
- Pues es verdad madre y ya muero por mostrarte en persona el hermoso anillo que me dio.
- Hehe bueno estaré de regreso en una semana porque estoy atendiendo unos asuntos del negocio con tu tío.
- Esta bien, suerte en el trabajo y le mandas mis saludos a todos.
- Claro mi cielo y muchas felicidades por el compromiso, en que regrese empezamos a ver lo de la boda.
- Me parece un buen plan mamá, gracias – dijo Elizabeth terminando la llamada.
Ante eso dejo escapar un suspiro porque su madre estaría fuera una semana y a veces se aburría de estar sola,