Cap. 11 Después
¡Qué noche tan rica!, pensó Dafne removiéndose en la cama, podía sentir que su piel vibraba, sonrió tontamente dando pequeños gemidos de placer.
Entonces lo recordó todo y se sentó aterrada: ¡Qué hiciste Dafne! Estaba sola en la habitación, todo estaba en silencio, miró todo a su alrededor y no reconoció nada, estaba desnuda y ni señas de Lauren:
—¡Eres una tonta! ¡Caíste como idiota!
Buscó con qué cubrirse y salió, fue a la habitación de Bruno y no estaba, entonces bajó apresuradamente y no lo encontró en la sala y entonces recordó: la cocina.
Bruno miraba todo lo que Lauren tenía dispuesto para el desayuno.
—Te voy a dar una clase, ¿sabes de dónde salieron los wafles?
—No…
—Bien, te lo diré para que sepas lo interesante que es su origen—picaba—nacieron como las hostias de consagración, lo que dan en las iglesias a los fieles y eso dio pie a que se hicieran preparaciones más ricas de ellas.
“Entonces los franceses le dieron su toque… y comenzaron a ponerle rellenos.
—¡Qué int