Por la mañana acudo al De´Luca, Killen está poniendo el café en los dispensadores porque yo he llegado tarde.
—¡Vaya! Pensé que no vendrías hoy —dice a manera de saludo.
—Da gracias que logré levantarme de la cama —respondo malhumorada.
—No te ves bien últimamente, Arah, ¿quieres contarme qué sucede? He notado que me has estado evadiendo y me gustaría saber por qué. No es que diera por hecho que teníamos una relación, pero pensé que podíamos llegar a ser bastante cercanos. Me gustas para una relación seria, no para pasar el tiempo.
—Killen... —susurro.
Me siento apenada y no lo oculto. Es verdad, he sido muy cruel con él y si no saco mal las cuentas con la mayoría de gente que ha pasado por mi vida.
—Qué pasa, Arah, quizá pueda ayuda