Hace unos días, ella estuvo hospitalizada y no fue dada de alta hasta ayer. Se había sometido a un trasplante de útero, es por eso que viajo a Chicago, para acompañarla y llevarla a casa.
Se sentía en deuda con ella.
―¿Aún no te has dormido?
―No, quería saber cómo estabas.
Al escuchar esto, Ana