Bebé Zetty se dio cuenta de repente y exclamó: “¡Ah! Casi cometo un error”.
Bebé Zetty era muy ingenua, por lo que se dejaba engañar fácilmente. Afortunadamente para ella, Gale tenía una mente meticulosa y podía recordarle continuamente a Bebé Zetty en cualquier momento a que nunca dejara de estar alerta.
“Pero no sabemos cómo llegar a la Tierra Sagrada”.
Gale preguntó: “¿Por casualidad la Señora te dejó algún tipo de tesoro? ¿Tal vez haya información sobre la Tierra Sagrada?”.
Bebé Zetty volvió a sacar la almohada de su vientre y extrajo de ahí tres libros. Ella dijo: “Estos son los libros que la Señora dejó para mí”.
Gale dijo: “Hojéalos”.
Bebé Zetty pasó las páginas con intensidad.
Finalmente, ella descubrió seis mapas en la portada de los tres libros. Bebé Zetty levantó los libros y dijo: “¿Quizás estos mapas nos mostrarán el camino a la Tierra Sagrada?”.
Gale frunció el ceño mientras él miraba a la almohada hecha de piel humana de imitación.
Bebé Zetty tenía que atarla a