4- Viaje místico parte 2

— ¿No sé qué voy a hacer? no sé qué paso con ella acá, estoy nervioso — froto mis manos por la ansiedad

— Para entender bien o sea que ella en la otra ¿Vida? ¿Realidad? ¿Dimensión? En fin, antes ella estaba casada con un tal Ignacio, lo ama y eso, ¿Vos pensas que esto paso para que el destino te diga si tenes que estar con ella? — pregunta Valentín con cara de confusión mientras entramos a Gales inmobiliarias

— Si, bueno no se acá qué pasó, quiero entender, pero supongo que es eso— justo nos chocamos con la recepción.

— Hola tengo una cita soy Valentín Andrade — la recepcionista lo mira embobada, es el efecto Valentín, ni siquiera se fija y nos deja pasar.

— Jajajajajaja todavía tenes el don— digo riendo

— ¿Qué don? — Frunze las cejas.

— El de hacer que babeen por vos, solo existe una mujer que no te miro así en un principio — levanta las cejas y no me da bola subiendo al ascensor. — ¿No querés saber más? ¿Su nombre o algo?— yo moriría de la curiosidad.

— ¡No! Porque no pienso tener pareja y menos casarme Martincito — revolea los ojos y me causa mucha gracia.

Se abren las puertas del ascensor y la veo a Susan, está hermosa, su pelo que no llega a ser rubio ni tampoco castaño, sus ojos que es como si tuvieran vetas de colores diferentes.

Ella es toda perfecta, tiene puesto un vestido color vino que le queda por arriba de la rodilla con unos zapatos color negro, está gritando y discutiendo con alguien que está de espalda. Cuando veo el perfil es Ignacio ¿Qué onda? Mientras nos vamos acercando puedo escuchar un poco.

— No pienso darte nada, querés ir a juicio vamos a juicio — dice Susan enojada.

— Susan es lo que corresponde, no firmamos un contrato prenupcial — dice Ignacio.

— Me tenes harta, nunca tendría que haber intentado que funcione, siempre terminas cagandola y ahora igual, ¡Firma los papeles del divorcio por favor y terminemos con esto! — se la nota fastidiada yo estoy impactado, ¿Divorcio?

Okey acá sin duda es todo diferente.

— ¡Susan! Después que hablen nuestros abogados — dice Ignacio sin ninguna expresión en su voz.

— Si mejor ándate porque no soporto tu presencia — dice Susan, Ignacio se da vuelta pasa por al lado nuestro y se va. — ¡Que odio! — Susan camina enojada para su oficina, pero por su comportamiento corporal sé que se siente mal con esto, se frota la cara.

— ¿Esa es? — pregunta Valentín y yo asiento sin sacar mi vista de ella — ¡Ya veo! Estás hasta el fondo por tu cara de boludo — me río — Divorcio, así que si vas a tener el camino libre al parecer — me froto la cara.

— ¡No sé! Tengo que tantear la situación — Valen me da un golpe en la espalda.

— Dale que te morís de ganas por tener el camino libre — bueno un poco si, si se supone que esta es mi oportunidad, no pienso dejársela a él.

¡Esta vez voy a pensar en mí!

— Bueno ya cállate, vamos a lo importante — Caminamos y justo después de que Susan entro Valentín freno la puerta.

— Disculpe teníamos cita — dice Valen, ella se sienta y levanta la vista mirándonos a los 2.

— ¿Andrade de Salud Más? — asiente y nos señala las sillas que están frente a su escritorio, nos acercamos y Valen le ofrece la mano para estrecharla.

— ¡Un gusto! ¡Valentín Andrade! — sonríe y devuelve el saludo.

— Susan Graham Echeverría un gusto — me mira esperando que me presente, Valen me codea.

— ¡Él es mi abogado! Discúlpelo que está distraído — Extiendo mi mano.

— Martín Bruno un gusto, no me juzguen acá hay demasiadas cosas que distraen — me siento sin dejar de mirarla y veo que Susan se ruboriza, jamás la vi así, es que nunca nos relacionamos en plan conquista, siempre éramos amigos o conocidos que tenían sexo.

Valentín le comenta la propuesta, yo no dejo de mirarla mientras ella no lo nota, aunque alguna que otra vez me mira y me limitó a mirar hacia abajo para disimular.

— Bueno, te voy a ser sincera, la verdad que tenemos unos meses más de contrato con la otra obra social, estoy con algunos temas complicados de la empresa, todo depende de cómo salga mi divorcio, quizás no sea solo decisión mía así que tengo que esperar — Claro si se está divorciando le tiene que dar la mitad de las acciones a Ignacio.

— Bueno quizás me podría acercar una vez que termine su divorcio — propone Valen, mi amigo es un genio así obtengo información de eso también.

— Mira por mi sería mañana mismo, pero mi ex esposo esta algo difícil y los abogados son pelotudos, ¡Sin ofender! — me mira a mí.

— Por suerte no soy abogado de divorcios — digo riendo — Pero conozco a varios que son muy buenos — acoto, espero acá también estén todos esos abogados que conozco.

— No estaría mal, el que tengo ahora no llega a un maldito acuerdo y digamos que ya me estoy cansando, hace 2 meses vengo renegando con esto, soportar a mi ex en el mismo edificio, molesto en exceso — suspira y mira su reloj — ¡Uy! perdón pero se nos pasó la hora y tengo un compromiso — dice levantándose para estrechas la mano con ambos.

— Gracias por atendernos, ¡Un gusto Susan! — digo saliendo.

Verla fue muy raro, pero raro bien, ya hacía semanas que no la veía, pero verla acá y en una situación tan diferente.

Es una señal, tengo que conquistarla sin dudas. Segundo paso encontrar a Susan ¡Listo!

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo