Al regresar al castillo de Erbit, ya anochecía y en la mesa se encontraba el rey junto a su hija menor: Sophie.
Las puertas se abrieron e ingresó la princesa, Ingrid - junto a su fiel acompañante - saludó a su padre y hermana antes de tomar asiento.
- come de este postre Ingrid, es exquisito - le dijo el rey mientras extendía su mano para darle una rebanada de pastel de Bellotas y cerezas.
- gracias, padre - dijo tomando la rebanada.
Empezó a comer, pero en su rostro se veía reflejada la preocupación así que su padre le preguntó:
- ¿qué tienes hija? Te noto dispersa.
- hoy fui a ver al conde Salome, pero al llegar nos recibió un hombre llamado Nemo y empezó a decir cosas muy precisas sobre nuestra situación actual y lo que habría de venir.
- por fin conociste a Nemo - dijo