Saco un vestido blanco del armario, es corto y me queda pegado al cuerpo, arreglo mi cabello, me maquillo y me pongo tacones, estoy a la espera de mi hermano, después de arreglarme bajo a la cocina.
—Nana ¿te puedo pedir un favor? —digo y la miro.
—Oh. Se ve muy hermosa —gracias —le digo y sonrío. —Claro que sí, dígame.
—Por favor que nadie se acerque a la comida que preparé, absolutamente nadie. Yo misma vendré a servirla.
—Claro —dice, sonrío y termino de arreglar todo. Tomo una copa de champán.
— ¿Feliz? —volteo y veo en el marco de la puerta de la cocina a Brayiam mirándome fijamente.
—No. Pero es algo comparado con este infierno —digo sonriente y bebo un sorbo de mi copa.
—Ya llegó, voy a ir a recogerlo a la pista —dice y lo miro feliz.
—Voy contigo —dejo mi copa antes de que diga algo, paso por su lado, me pega una nalgada y me sobresalto, giro y lo miro. —No vuelvas a hacer eso porque no respondo —digo furiosa y el ríe. Camino y puedo sentir su mirada en mi trasero, subimos al