otra vez estaba sola, papá se había ido a una entrevista de trabajo, hoy le pondría fin a este calvario por el que estaba atravesando.
- Gabriela!-
llamaron a la puerta, era Camilo y yo fui y abrí la puerta, el al verme sonrió, me hubiera gustado sonreírle de vuelta, pero lo cierto es que ya no tenía ganas.
- dios mío! por qué no contestas! -
me regaño, yo desvíe la mirada de la suya.
- que haces aqui Camilo?-
le pregunté, el me miró con el entrecejo fruncido
- saber cómo estás! hace tanto que no te dejas ver! cuando piensas regresar a la cafetería? todos te extrañamos tanto! jacky siempre pregunta por ti-
yo me cruce de brazos y lo mire.
- nunca, ahora puedes dejarme sola? tengo cosas que hacer, y es peligroso que estés aquí, puede haber gente vigilando, yo no quiero que te hagan nada, por favor olvídate por completo de mi, no vuelvas nunca más!-
Camilo me miró un poco confundido, yo estaba a punto de llorar.
- Gab que carajos te ha pasado? por favor confía en mí! si estás mal, déjam