Un beso y...
—¿ Cómo están los niños? Aún no les doy la sorpresa de que vine—dice por fin después de un primer trago. Pasa otro mesonero y tomo una copa también tratando de liberar la tensión que me hace sentir.
— Ellos están bien. Aunque te extrañan… y a Evans — susurro recordando sus caras tristes cuando hablaban de él Pero lamentando sacar a colación el tema ante Julián.
—¿Tú también lo extrañas verdad?— Se atreve a preguntar sacándome un leve suspiro. Asiento con una sonrisa triste.
—Pero su recuerdo ya no me hiere, estoy bien.
Hablamos un poco más y uno de los potenciales clientes de la galería se acerca. Es un hombre muy pintoresco con traje llamativo y enormes anillos de oro en sus dedos. Seguramente hablarán de algún negocio , Julián se aleja en su compañía y yo aprovecho para ir por aire fresco. Tengo que respirar hondo y controlar mis emociones pues temo ponerme en evidencia ante los demás. Algunos de estos personajes son amigos de mi familia de años y otros conocían perfectamente