--- Ana Teyssier ---
Estoy muerta, de verdad que para ser mi primer día no creí que fuera agotador, tal vez es por el cambio de horario, tal vez es porque debo levantarme muy temprano. Mi día comenzó en desastre, desde ver completamente desnudo a mi jefe, hasta que su propia esposa entro a la oficina hecha una fiera, me vio y se fue sobre mí, maldiciendo en completo español.
Creo que vivir esa penosa situación me hizo despertar un poco, me sentía tímida, sabía que era mi primer día, pero algo dentro de mí me dijo: “Si permites desde ahora que te traten así, siempre pasara, ya lo sabes”.
Por esa razón, cuando por fin pudimos hablar el señor Müller y yo, deje en claro que no permitirá ni maltratos, ni gritos, es obvio que el hombre tiene un carácter fuerte, no faltará que grite de vez en cuando, pero debía dejar claro que no iba a permitir que me tratase como si fuera de su propiedad.
Mientras analizo un poco mi día, me he preparado un sándwich y me he puesto a mirar un poco el telev