--- Ana Teyssier ---

Estábamos a 4 días de la boda y yo, aún no tenía el vestido de novia, mis nervios comenzaban a estar a flor de piel.

Luego de resistirme, decidí aceptar la invitación de Mar a venir a Puebla. Héctor, al saber que no tenía vestido, nos trajo sin pensarlo dos veces.

Solo que, como yo quería que fuese sorpresa, había pedido que tanto él como mis hijas, fuesen a dar una vuelta mientras Gale y Mar me acompañaban. Sí, hoy sí, esta vez Gale hizo un hueco y se nos unió para ir de compras.

Y sí, aquí estamos en la tienda número 5, me he probado 10 vestidos, estoy agotada y aún no sé cuál será el vestido correcto.

- Chicas, ¿Cuál ven ustedes? Yo, yo de verdad… Ya no sé, todos son bellos, pero…

- ¿Pero?

- No se siente segura… -dijo Mar, quien había estado callada y pensativa.

- ¿Segura? Ana, estamos a 4 días y sí, está bien que los vestidos casi te quedan a la medida, pero debemos apresurarnos, -regaño Galeana.

- Chicas… Siempre soñé con esto, cuando joven, lo soñé, créanme,