Julio se retiró. Dado que Sofía había rechazado su oferta de ayuda, no insistió. Quizás debido a su amnesia, sus sentimientos por Sofía no eran particularmente intensos.
Sofía pasó los siguientes días recuperándose y no prestó mucha atención a lo que ocurría fuera del hospital. Creía que Bruno y Rodrigo podrían manejarlo todo. Sin embargo, antes de que se encargaran de los Cruz, se encontró con otro problema.
Cuando el médico llegó a cambiarle el vendaje ese día, Sofía se dio cuenta de que no era su médico habitual y se sorprendió.
—¿Dónde está el doctor Cortés?
—El doctor Cortés tiene programada una cirugía para hoy. Soy su interno —respondió la persona mientras comenzaba a cambiar el vendaje de Sofía.
Aunque Sofía estaba perpleja, no le prestó mucha atención. Sin embargo, cuando la persona sacó la medicina y se preparó para aplicarla, Sofía detectó un olor extraño.
Sin dudarlo, Sofía apartó inmediatamente a la persona y le preguntó:
—¿Quién eres? ¿Qué estás haciendo?
El individuo fin