Sofía quedó impactada al escuchar las palabras de Diego. Estaba esperando una oportunidad para pedirle que la llevara a Dajo City, y él mencionó eso antes de que pudiera hablar. Después de un momento de sorpresa, Sofía finalmente asintió: —Está bien.
Diego suspiró aliviado, aliviado de que Sofía no insistiera en irse. No quería que su relación se volviera demasiado tensa, y sabía que Sofía era más receptiva a la persuasión que a la confrontación directa.
—Cenemos entonces—sugirió Sofía, su tono más paciente y amigable de lo habitual.
Diego no sabía de los planes de Sofía y estaba contento de que ella estuviera dispuesta a quedarse. Se sentía cada vez más atraído por ella y quería que su relación floreciera.
—¿Has estado ocupado últimamente? ¿En qué has estado trabajando?—Sofía preguntó casualmente mientras comían.
Diego pensó por un momento y luego respondió: —Ha habido algunos traidores en la organización en mi ausencia. Ha causado algunos problemas. He estado ocupado tratando de