—No estoy seguro, pero creo que es extraño que te haya agarrado de repente. Me preocupa que te esté poniendo a prueba deliberadamente—Diego se frotó las sienes, sintiéndose extremadamente ansioso al respecto.
Mario se rascó la cabeza, aún sin entenderlo del todo.
—¿Probarme? ¿Probarme de qué?
—¡Probando si estás realmente herido!—Diego le lanzó una mirada, dudando seriamente de su inteligencia.
Mario parecía haberse dado cuenta, pero seguía teniendo dudas sobre lo que decía Diego.
—Pero, ¿por qué iba a hacer eso?
—Si realmente te está poniendo a prueba, significa que Julio debe haberle contado algo. A lo mejor Sofía se ha enterado de todo...—Esa era la peor situación posible para Diego. Si Sofía se había enterado de todo, su promesa de irse con él al extranjero era difícil de entender.
Mario volvió en sí tras el shock, aún incapaz de creerlo.
—¿Cómo es posible? Si lo sabe todo, ¿por qué no nos delató? ¿Por qué aceptaría irse al extranjero con nosotros?
—No estoy seguro de es