MAGGIE
Para cuando salgo de mi última clase, Diego está apoyado al final de la escalinata de mi facultad, fumando y esperándome tal y como me ha prometido esta mañana. Un par de chicas de mi clase pasan cerca suya, veo como cuchichean y lo miran, y las entiendo.
—¿Qué tal el primer día, novata? —Me engancha el brazo a los hombros y me besa—. ¿A que era mejor quedarnos en la cama?
Lo empujo un poco, pero sólo sonríe.
—Ha estado guay.
—No sé si llamaría "guay" a tener que seguir estudiando otros tantos años. —Tira el cigarro al suelo, yo lo pisoteo con mi zapatilla—. Voy a ir al bar un rato con Nate y el resto, ¿te importa coger el autobús para ir a casa de tu padre y te recojo después?
Me alegra que no me invite. Lo último que quiero es que sus amigos me acojan en el grupo y tener que aguantarlos más de lo que me gustaría que es entre cero y nada.
—Vale... Además, así aprovecho el viaje para llamar a mi madre.
Asiente, como si mi respuesta le pareciera más que lógica, y me da un beso r