Michael frunció el ceño, si Ralf Peyton estaba por la ciudad, especialmente viéndolo a él, seguramente traía problemas, y él no necesitaba problemas en este momento.
—Ralf…
Ralf levantó la mano, pidiéndole que no continuara. Se acomodó más en la silla y cuando terminó habló:
—No te preocupes, no tengo ningún problema ahora. Solo vine a la ciudad y quise ver cómo estabas.
—¿Seguro? Los problemas te persiguen, y en este momento necesito más que nunca que mis clientes se comporten, y por mis clientes hablo de ti.
Ralf levantó las manos pidiendo calma, luego se puso una mano en el pecho y juró que no venía como cliente, solamente era una visita social, ya que estaba por la ciudad aprovechó para llegar a verlo.
—Además, en estos días estoy muy contento. Gracias a ti.
Michael arqueó una ceja, llevaba más de dos años que no tenía que correr a salvar el perfil de empresario