POV de Fredric
El sonido de una bocina me sacó de mis pensamientos. Me sobresalté —casi choco con otro coche por segunda vez.
¿Qué me está pasando?
Desde hace rato, la imagen del rostro triste de Mathilda no deja de perseguirme. Hay una incomodidad clavada en mi pecho, como si algo estuviera mal... muy mal.
¿Es por lo que le pasó a Paula?
Con frustración, apreté el volante, descargando una rabia sin dirección. Por suerte, el hospital ya estaba a la vista.
Apenas aparqué el coche, salí de inmediato. Caminé con prisa —había algo que necesitaba preguntar. Tenía que ver a la abuela. Tenía que saber la razón detrás de todo lo que le ocurrió a Paula.
Cuando llegué a su habitación, la abuela ya estaba sentada con elegancia en su silla. Su maquillaje y vestimenta estaban impecables, tan majestuosos como siempre—demasiado hermosa para alguien que supuestamente está enferma.
—¿Abuela? —pregunté casi en un susurro. Pero en mi voz había una mezcla de dolor, enojo y duda que ya no podía contener.