Mundo ficciónIniciar sesión—Así que la monja con la que me casé en realidad es una ladrona con tintes terroristas… —dice Franco con una sonrisa divertida.
—Básicamente… —Nora se apoya en su pecho y clava su mirada en sus ojos azules—. Era una ladrona queriendo reformarme… Como el resto de quienes me acompañaban. No todas eran mujeres que querían dedicarse a Dios por vocación, muchas… no encontraban la forma de regresar al buen camino y creían que esa era la mejor opción, otras habían sido internadas por sus familiares, como los alcohólicos que son llevados a esos centros de rehabilitación. A veces eso era el convento… un centro de ayuda para mujeres conflictivas y solas que eran apoyadas y cuidadas por mujeres que aman a Dios y al prójimo.
—Pero llegué yo y eché todo a perder… —Acaricia el cabello negro d







