PDV Dalia
―Bueno señor, como puede ver, podemos hacernos cargo de su novia, las enfermeras la van a sedar si es necesario para poder hacer que se calme, si no hay nada mas que discutir, me retiro, tengo otros pacientes a los cuales atender ―le dijo el doctor a Dante.
―Si, gracias por su ayuda y su paciencia con esta situacion… la ultima vez que le midieron la temperatura llego a los 41 grados, casi 42, asi que a ese punto puede que empiece a sufrir varias alucinaciones o delirios por lo alto que esta su fiebre… tenga paciencia con ella ―le dijo Dante.
―No se preocupe, ¿No sabe que esto es un hospital? Tenemos mucha experiencia lidiando con situaciones de este tipo, y estamos preparados… ahora, si me discupan, me tengo que ir… nos vemos luego ―le dijo el doctor antes de que se marchara.
Lo miramos unos momentos hasta perder de vista, luego Dante tomo su teléfono y suspiro un poco.
―Menos mal que me llamaste, parece que si tardaba mas, se iba a poner mucho peor de lo que esta ahora ―me