74. ¡SI FUISTE TÚ QUE LE QUITASTE SU NOVIO!
Ya han pasado varios días y por más que Edda le dice a su hermana que se vaya, ella no lo hace, al contrario, por la mañana, como si nada pasara entre ellas, Amit prepara el desayuno y espera cuando su hermana sale de su habitación para irse al trabajo.
— Buenos días, siéntate, prepare el desayuno, ¿quieres que te prepare un café? — en cuento Edda la ve en su comedor se enoja mucho, ya le había advertido que se fuera de su casa.
— Tu nunca te vas a ir ¿cierto?, si te hecho por la puerta, entraras por la ventana — empieza a recriminarle que le había dicho que solo se podía quedar una noche, pero su hermana no tiene intenciones de irse, más bien no tiene a donde ir.
— ¡Hermana, por favor!, yo no te hice nada, ¡no me culpes más! — trata de escusarse por lo que le hizo a Edda, como si estuviera minimizando sus acciones.
— ¿Que no te culpe más?, mira si dejo que te quedes es por nuestros padres, es solo por ellos, pero tienes que conseguir un lugar en donde vivir y más te vale que sea rápi