—No saldrás de aquí Marco… hemos venido a proteger a nuestra Luna— dice David y los lobos gruñen.
—¡Bestias! ¿Qué demonios hacen aquí? ¡Mátenlos!— decía Marco con su comitiva mientras los animales y mi beta no daban un paso atrás. Él estaba acorralado y era y cuando él podía hacer más peligroso.
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