Capítulo 18 ¡Ven con nosotros!Carla observó a la niña, furiosa.— ¿De qué hablas, niña tonta? ¿Quién te está metiendo esas ideas en la cabeza? —interrogó Carla, su voz tensa.El cabello de Jennifer rodeaba su carita, y la pequeña miraba hacia abajo, tratando de huir de la mirada inquisitiva de su madre. Luca se maldijo a sí mismo al ver el temor en la postura de Jennifer y la actitud soberbia de Carla.— ¡Déjala en paz! —replicó fríamente—. ¡Ven, Jennifer, te llevo a tu habitación! ¡Vamos a que te cambies de ropa! ¡Saldremos juntos! La conversación con Carla, como sucedía frecuentemente, no llevo a nada. Tenía que distraer a su hija, hacer que se olvidara de lo sucedido en las últimas horas.— ¿Saldrás con ella? ¿Después de lo que dijo? ¿No intentarás aclararlo? Ver a qué se refiere? ¿De dónde saco eso? —Preguntó Carla, la incredulidad evidente en su voz—. ¿Así es como has decidido resolver todo? —su tono reflejaba el temor por lo que había dicho Jennifer.— ¡Déjalo así, Carla! ¡Jenn
Capítulo 19 Mi mamá no me quiere— ¡Papito! ¡Mi hada no puede estar aquí sola! —exclamó Jennifer, preocupada. Había seguido la conversación entre los adultos y se inquietó.—Jennifer, en realidad no estoy totalmente sola. De hecho, hay otras personas en el hotel y personal a mi servicio. —intentó calmarla Eleonor, pero la niña ya había escuchado lo que dijo su padre y se imaginó a su hada sola, lo cual en su mente infantil le pareció realmente terrible.Todos los días a su mente llegaba el momento en que se perdió en el Centro Comercial. había mucha gente, pero no conocía a ninguno, estaba verdaderamente asustada.Jennifer comenzó a hacer pucheros, sus ojos brillando con lágrimas.— ¡Papito! —lloró, su voz temblando—. No quiero que mi hada esté triste ni solita.Luca pensó en algo y suspiró pesadamente, no podía negarle nada, a su hija. Parecía que cada vez se comprometía más con Eleonor. Tomo las manos de la niña y le dijo:—Jennifer, deja de llorar. Al finalizar la comida, le voy
Capítulo 20 Solo si puedo pagar tu ayuda La presencia de Luca puso nerviosa a Eleonor. No era normal que una niña pensara así, pero no traicionaría su confianza.—No pasa nada, estamos bien, ¿verdad, Jennifer?— ¡Claro, papá! ¡No pasa nada!Luca asintió con la cabeza. Había estado hablando con su abogado, le indicó que buscara un apartamento para Eleonor. Él no solo poseía una empresa de modas, además tenía muchos negocios diversos, y era dueño de varias propiedades en la ciudad. Sabía que ella no aceptaría nada lujoso, así que le ordenó que buscara uno amoblado, sencillo, elegante y con una buena ubicación.—No me la has puesto fácil, amigo —le indicó Fabricio—. Además, soy tu abogado, ¿cómo llegué a ser tu vendedor de bienes y raíces?—Tú eres mi persona de confianza. No quiero que nadie más sepa de esto. Además, lo necesito para hoy mismo.— ¿Qué estás tramando? ¿Tienes una amante por allí? ¿De qué me perdí?—No es nada de eso. Es para la salvadora de mi hija. Está en dificultades
Capítulo 21 Una advertenciaAl culminar la llamada, Eleonor se dio cuenta de que Luca había estado escuchando su conversación. Sintió vergüenza, especialmente con Jennifer, aunque se sintió más tranquila cuando la vio recostada en el hombro de su padre y parecía haberse quedado dormida.—Lo lamento. No quise responder así —dijo Eleonor, avergonzada.— ¿Quién era? —preguntó Luca con interés.—Es el diseñador de la empresa. es Alan, un diseñador altamente reconocido, exclusivo de la empresa de los Smith.— ¿Tan reconocido que necesita robar los diseños de los nuevos talentos? —replicó Luca, con una ceja levantada.—Yo… no quise decir eso. No es así. Es solo que estoy molesta con ellos. —se apresuró a aclarar Eleonor, sintiendo que su arrebato había ido demasiado lejos. Ellos podían ser aliados en su acuerdo, pero sin duda alguna él le resultaba una amenaza. Una fuerza peligrosa, dispuesta a desbaratar su mundo.Sabía que había firmado un acuerdo de confidencialidad y no podía permitir q
Capítulo 22 Soy el único que quiere lo mejor para mi hijaLuca llegó a la casa con su hija en brazos. La niñera lo recibió y tomo a la niña en sus brazos, llevándola a su habitación. Él se dirigió a su despacho, cerrando la puerta tras de sí con un suspiro de cansancio.Solo habían pasado unos minutos cuando la puerta se abrió de golpe. Carla apareció recostada en el marco de la puerta segura y provocativa, vestía con una bata de seda corta que caía suavemente sobre su cuerpo, mostrando sus largas piernas y dejando entrever la lencería de encaje negro. La luz tenue del pasillo se filtraba detrás de ella, creando la escena de seducción al estilo de una mujer fatal que a ella tanto le gustaba representar. Luca ya estaba acostumbrado a sus burdas escenas de seducción. Su desfachatez iba en aumento. La miró con fastidio.—Retírate, tengo que trabajar —dijo, tratando de mantener la calma.Su respuesta hirió el orgullo de Carla. Su expresión cambió, una sombra de furia cruzó su rostro, c
Capítulo 23 Una hija nada agraciadaAl día siguiente, Eleonor despertó sobresaltada. No había pasado una buena noche; la incertidumbre la mantenía en vilo.Al final, cedió ante la insistencia de su madre y le dio la dirección del lugar. Se arrepintió tan pronto lo hizo. Ahora el problema inmediato era cómo explicarle que vivía en un lugar tan lujoso.Un poco más tarde, recibió una nueva llamada de Patricia. La mujer evidentemente estaba muy molesta.—Eleonor, la vigilancia no me deja pasar. ¿Por qué no les has hablado de tu madre?—Mamá, tengo poco tiempo aquí… —se interrumpió al recibir otra llamada por el intercomunicador.—Señorita, dos personas preguntan por usted.— ¿Dos personas? Déjelas pasar, por favor. Es mi mamá.Al abrir la puerta, no solo vio a Patricia; Ella venía acompañada de Cristina. La expresión en sus rostros era de sorpresa. Ninguna de las dos había imaginado que Eleonor pudiera vivir en un sitio tan opulento. La fachada principal era majestuosa, y ni hablar de las
Capítulo 24 No soy la persona correcta—Busco al señor Luca Smith. Él me citó aquí —respondió Eleonor, sintiendo cómo la ansiedad comenzaba a apoderarse de ella.La recepcionista frunció el ceño, revisando de nueva pantalla.— ¿Está segura? Lo lamento, no tengo su nombre en la lista. Por otra parte, el señor Luca Smith no recibe a los visitantes sin una cita confirmada.Eleonor sintió un nudo en el estómago. ¿Cómo podía ser? Luca le había enviado un mensaje claro, instándole a que viniera.—Es que… él mismo me dijo que viniera. ¿Podrías preguntar, por favor? Soy diseñadora de modas —intentó explicar, tratando de mantener la voz firme a pesar de la creciente incertidumbre.La recepcionista la miró de arriba abajo, su expresión revelando una mezcla de escepticismo y desdén.— ¿Diseñadora de modas? —repitió, como si las palabras fueran un insulto. La mirada de la mujer parecía cuestionar su valía y experiencia, como si Eleonor no encajara en el mundo brillante de Romano Couture.Eleonor
Capítulo 25 ¿Es por mi peso?—Eres la persona correcta —respondió Luca, ignorando lo que había detrás de la pregunta.— ¿Por qué lo crees? —continuó indagando a Eleonor, su voz temblando ligeramente.—Habla claro, Eleonor. ¿Qué es lo que te preocupa?A sus ojos, él parecía una estatua de piedra, un hombre sin corazón. Era tan guapo como siempre, pero en sus facciones no había calor alguno.— ¿Es por mi peso? —respondió, sintiendo cómo las palabras salían con dificultad. La vulnerabilidad la invadió.De pronto, Luca comprendió lo que sucedía. Su expresión se volvió seria, aunque comprendía pregunto;— ¿Tu peso?—Soy la ideal para esa nueva colección debido a mi peso. He sufrido toda mi vida por mi físico. ¿Pretende burlarte de mí? ¿Supones que debo conocer los gustos de las mujeres talla XL, solo por mi constitución física? ¿En verdad crees eso? Luca frunció el ceño, sorprendido por la intensidad de sus palabras.— ¿Qué te sucede, Eleonor? No sé qué te pasa, pero no te veo de esa mane