Capitulo 39

JENNA

Los días que pasaron, Hugo hizo lo que me prometió y se mantuvo alejado para no incomodarme, aunque debo reconocer que eso me hizo sentir un poco triste ya que me he acostumbrado a sus constantes coqueteos.

Esa mañana cuando llegué a la compañía, pasé directamente a mí oficina para comenzar con mis tareas diarias, pero en cuanto crucé la puerta, me encontré con una rosa roja sobre mí escritorio. Inmediatamente la tomé para inhalar su exquisito aroma y luego fui en busca de Dina para saber quién me había dejado esa flor.

—Dina, ¿tu viste si alguien entró a mí oficina antes de que yo llegara?

—Justamente vi salir al señor Montenegro de allí hace unos minutos, dijo que estaba buscando algo pero no me dijo qué —se encogió de hombros.

Al oír eso, no pude evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en mí rostro, la cuál tuve que disimular para que Dina no sé diera cuenta, o de lo contrario, iba a comenzar a molestarme.

Estaba a punto de regresar a la oficina, cuando de pronto recordé q
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App