HUGO
Con cada segundo que pasaba sentía como mi corazón se iba exprimiendo dentro de mi pecho. Sentía miedo, un terrible y profundo temor a que ella me rechace y perder la única oportunidad que tengo para recuperar su amor.
Sky comenzó a jugar con sus deditos sin decir absolutamente nada mientras yo sentía que estaba a punto de morir de la desesperación, entonces levanté la mirada hacia Jenna buscando algún tipo de respuesta, pero ella solo negó ligeramente dándome a entender que le diera tiempo.
—Si tu eres mi papá, ¿dónde estabas? ¿por qué nunca viniste a verme? —finalmente habló sin siquiera mirarme.
—Yo... —creí que llegado el momento iba a ser capaz de confesarle la verdad, pero sin embargo no podía decirle que siempre supe de su existencia y aún así decidí abandonarla, era demasiado cruel —. Yo... estaba...
—Cariño, tu papá estaba trabajando en España y regresó hace poco, por eso no había podido venir a verte —agregó Jenna al ver que no sabía que decir.
—¿Es cierto? —me preguntó