—Pues que te explote, te levantaras de ahí sino te rociare con agua si es posible.
—¿Pero qué te sucede? ¿No ves cómo estoy? tengo resaca, no voy a levantarme—dije volteando a verla.
—No me importa lo que tengas, levántate porque llegaras tarde a tus clases en la universidad de las cuales me entere que tienes semanas que no asistes.
—Sabes que no soy bueno para estudiar, déjame en paz luego me levanto.
—Luego no, dije ya Philips, Winnie trae lo que te dije.
—¿Qué demonios te pasa, madre? ¿Enloqueciste completamente para que hagas esto?—refutaba, al mismo tiempo que me levantaba de la cama buscando una toalla para secarme en vista del balde de agua que había recibido.
—Te dije que te levantaras o es que no escuchas lo que te digo.
—Si lo escuche y te dije que tengo resaca, me duele la cabeza—decía mientras me secaba.
—Winnie, trae un analgésico para que mi irresponsable hijo pase su dolor—. Aparte de grosero eres un irresponsable, hasta cuando con esta actitud, no haces solo que embriagarte, no estudias y encima mandaste la natación al demonio. ¡¿Qué vas a hacer con tu vida?!
—No lo sé madre, no tengo mente para nada, aun me duele la muerte de mi hermano y la de mi padre—pronunciaba a su vez que tomaba asiento y colocaba mi cabeza en las manos—, la vida no es igual sin Lucas, para nosotros nuestro limite era el cielo y sin el no tengo animo ni dedicación para hacer nada, entiéndeme—mencionaba acongojado y cabizbajo.
—Hijo, sé que no será igual jamás, a mí también me duele lo que paso, perdí a tu padre quien era mi mayor amor y a tu hermano a quien también amaba, pero no podemos decaer, debemos seguir, la vida continua. Aun te tengo a ti y a Devi, la cual pronto estará de nuevo con nosotros.
Al poco tiempo volvia la domestica con lo que le había ordenado mi madre. Acto seguido procedi a tomar la pastilla para apaciguar mi dolencia, esa que sentía que acabaría conmigo.
—Ahora que estas despierto quiero que me expliques que paso anoche. ¿A dónde demonios fuiste?
—Salí a tomar con los chicos, lo sabes, antes de salir te lo dije.
—Sí, saliste con ese par de idiotas nuevamente, a los cuales no soporto porque no te ayudan en nada. Quiero saber a dónde fuiste específicamente.
—¿Porque? ¿Cuál es tu interrogatorio?—preguntaba mirándola extrañado.
—¡Ah! ¿No lo sabes? ¿No sabes lo que hiciste anoche antes de llegar como un mísero alcohólico?—preguntaba en un tono de voz fuerte.
—No sé de qué hablas, solo bebí.
—Bien, como no sabes te mostrare un vídeo que vi en la web, el cual se está viralizando por las estupideces que haces en el—mencionaba para mostrarme lo sucedido.
En el vídeo podía verme visiblemente ebrio, también bailando con varias prostitutas en un bar, luego aparecía maquillado y vestido como mujer, bailando de nuevo, pero esta vez con mis dos amigos.
—No es la primera vez que haces estos shows, ¿Se puede saber qué carajo estabas pensando? ¿No sabes cómo queda nuestra reputación con esto? Piensan que eres gay, ponen en duda tu hombría con estos shows que siempre haces. Dime ¿qué diablos estabas pensando?—pronunciaba mi madre mientras me sujetaba tratando de levantarme, algo que me resistía en que lo hiciera.
—Madre, para ya, no me maquille asi, quizás fueron Craig y Josh que me pondrían algo en la bebida para que me desatara de esa manera, además, no soy gay, sabes eso.
—¿De veras Philips? porque esto evidencia otra cosa, a parte, no tienes novia y te la pasas con ese par de inútiles.
—Ya te dije que no lo soy, y si estoy solo es porque mi novia me dejo, pero cuando regrese de nuevo a Miami la conquistare y la haré mi novia como antes.
—Eres tan estúpido que no te das cuenta de lo que haces, ya no sé qué hacer contigo, pero te diré algo; pensare que hacer con respecto a todo esto porque no perderé credibilidad en los negocios por tu culpa—pronunciaba molesta para abandonar la habitación y al hacerlo azotaba la puerta fuertemente, provocando con ese estruendo que se exacerbara mi dolencia.
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Mientras Ann tomaba asiento para calmarse referia esas palabras a su empleada.
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—Winnie, no sé qué hacer para cambiar esa conducta de Philips, está cada vez peor.
—Señora, tranquila, ya vera que se conseguirá una salida—menciono e indico que bajaría para desechar la basura, tarea que aprovecharía para saber de sus dos hijos, quienes se encontraban limpiando los autos de la familia.
Luego de ocuparse de la tarea mencionada charlaba con sus hijos sobre lo que estaba sucediendo con la familia.
—Madre ¿No han pensado que hacer?—preguntaba Paúl.
—No, la señora Ann está desesperada, en especial con esto de que creen que su hijo es homosexual, en vista de que no tiene novia ni nada para demostrarlo, solo su palabra.
—Es cierto, él no tiene novia...—menciono Paúl como si estuviese pensando en algo con respecto a eso.
—¿Y porque no le consiguen una? asi lo sabrán—decía Brend sin más.
—Brend, que tonterías, como si fuese solo asi—respondía su madre.
—No, Brend tiene razón, solo que no asi como él lo dice. Pueden buscar a alguien que finja ser su novia y asi calmarían a los medios, piénsalo—le insistía Paúl.
—¿Tú crees hijo? pero ¿a quién? la familia quedo muy desconfiada desde esa horrible tragedia y saben cómo es el señorito Philips, no gusta de cualquiera.
—Déjalo en nuestras manos, la conseguiremos—pronuncio Paúl.
—¿A quién buscaran?
—Madre, solo confía en nosotros, tu solo convence a la señora Ann y buscaremos a la indicada para ayudar.
—De acuerdo, lo haré.
—Perfecto, aprovecharemos de buscar a la indicada mientras salimos a hacer algunos pendientes, estoy seguro que nuestra idea le agradara a la señora Miñonett.
Tal como Paul lo había dicho así era, Ann daba la aceptación a esa idea que se veía un poco descabellada, pero que podría funcionar.