Cuando al fin Ferny dejó de aullar, Max ya está listo para partirle la cara a Evan, pero tanto Giselle como Lucy se paran en medio.
Sin embargo, Evan mueve a su novia a un lado con delicadeza y niega con una sonrisa, ella asiente tranquila, porque a final de cuentas, él pidió esa reunión para enfrentar la verdad.
Camina hacia los hombres y se para a una distancia en la que Max perfectamente puede darle un gancho y no podría evitarlo, o al menos eso es lo que él cree, por eso tiene las manos empuñadas.
—Kevin, Max… —comienza a hablar Evan, pero es interrumpido de inmediato—.
—No digas una maldita palabra —sisea Max—. ¿Cómo pudiste meterte por los ojos de mi madre?
—En realidad —dice Lucy acercándose a ellos y tomando la mano de Evan—. Fui yo quien se le metió por los ojos.
—¡Mamá!