ISABELLA RODRÍGUEZ
—Felicidades… —Me puse de pie, poniendo distancia de por medio entre ellos y yo—. Me alegra mucho que vayan a ser padres.
Papá… por favor, sácame de esto, como tu último acto de amor hacia mí, libérame de este par, no quiero que me vean débil, no quiero que noten que sus palabras me lastiman. Sálvame, papá, una última vez.
Como si él aún estuviera aquí, el cielo, que hasta el momento estaba despejado, se nubló. En un par de segundos las primeras gotas comenzaron a caer, espantando a los reporteros y haciendo gritar a Valentina que temía arruinar su costoso vestido.
—¡Gabriel! ¡Hay que irnos! —grit&