CAPITULO 88
— No tienes por qué hacerlo, se que a ti no te gustaría hacer algo como esto Darién. — Respondió Imery a su esposo.
El solo sonrió y extendió su mano ofreciendo a Imery que la tomé y ella lo hizo casi de inmediato sin siquiera pensarlo.
Ambos comenzaban a caminar tranquilamente por las orillas de la playa.
— Tus botas se mojan, ¿Estás bien con ello? Tienen una decoración muy hermosa y parecen bastante caras. — Decía Imery viendo como el agua salada bañaba las altas botas de cuero negro de su marido las cuales iban cuidadosamente decoradas con pequeños detalles en dorado.
— No me fijo mucho en lo que llevo puesto, la verdad no me importa si se hecha a perder. — Respondió el en tono animado, mientras paseaba su hermosa mirada azul marino por los alrededores.
"Es cierto, después de todo él es un Rey, toda su vida a sido criado para ocupar el puesto que hoy posee" Pensó Imery.
Cuando de pronto vió que Darién se inclinó un poco y con su mano libre, la cual era la derecha r