CAPITULO 85
Jonathan simplemente suspiró.
— Si sabía que iba a salir ¿Por qué no se preparó bien para ello? — Dijo Jonathan una vez Imery ya se había marchado.
— Quizá por qué nos has estado apresurando cuando tú también llegaste tarde. — Respondió Darién defendiendo a su esposa.
— ¿En serio te pondrás de su lado? Sabes que ya no tienen que seguir actuando frente a mi, el hecho de que lleve a esa niña a este recorrido es por qué simplemente no quiero ser mal anfitrión ni dejar mala imagen de mí castillo más preciado. — Decía Jonathan en tono engreído.
— Eso lo se, es algo muy común en ti, aunque cuando estabas con mamá no te importaba mucho tu reputación, según decía mi abuela.
— ¡Claro que me importaba! Pero tú madre siempre fue una mujer muy estúpida así que hacía las cosas de una forma que lograba arruinar todo por completo y ser una vergüenza ante los demás.
— No hables tan mal de mamá, sigues amándola después de todo ¿No? — Respondió Darién molesto.
— Puedo amar a alguien