CAPITULO 83
Cuando él escuchó esas palabras salir de la boca de su esposa se sorprendió, pero rápidamente su expresión cambió a una más relajada.
¡Estaba aliviado!
Se había sentido aliviado en gran manera y sus celos se esfumaron rápidamente. Si bien lo que Imery decía era algo importante y de prestar mucha atención, al joven Rey de Esrud solo le importaba saber que podía seguir confiando en su esposa y que ella no tenía ningún tipo de relación mal vista con Tevyan.
Darién se acercó a ella rodeando con sus manos lentamente su delgada cintura mientras la veía fijamente con sus bellos ojos azul marino y la atrajo hacía su cuerpo.
Los movimientos lentos y seductores de ese Rey hicieron que Imery tuviera un cosquilleo recorriendo todo su cuerpo.
Estaban sus rostros a milímetros del otro, ambos viéndose fijamente.
Fue cuando ella escuchó en un lento y leve susurró dos palabras de la boca de ese Rey que hicieron que su codicia y lujuria se desaten.
— Te extrañé.
Cuando la hermosa m