CAPITULO 116
La noche que pasó sin ella fue una tortura y aún en sus sueños no pudo dejar de verla ni un instante, esa mujer ya había tomado posesión de su mente y corazón.
Imery Klou ya había sido su decisión final.
— ¡Detente Imi! — Gritó Darién cuando finalmente la alcanzó deteniendo a la bella extranjera de su brazo derecho y llevándola hasta la pared del largo y amplio pasillo donde la arrinconó.
Tomy quien siguió a Darién, una vez los alcanzó al ver a sus guardias alterados por la escena que contemplaban, les hizo un rápido gesto de silencio para después hacer uno de retirada y ellos obedecieron de inmediato yéndose.
"Esto tampoco está nada mal" Pensó el comandante Tomy.
— ¡¿Que hacías realmente aquí?! ¡¿Por qué no me quieres decir nada?! ¡Claramente estas muy afectada! ¿Es mi culpa? ¿Fue por como actúe frente a esos malditos del consejo? ¡Dime Imery! — Decía a grandes voces alterado el joven Rey.
Imery Klou comenzó a llorar sin querer mirarlo a los ojos.
No podía.
Simple