Marco suspiró a los lejos. Creyó que todos iba a morir hoy.
Lugh estaba hecho un demonio, sentía como su cerebro casi se hizo papilla por la intensidad de su poder.
Salieron detrás de él, persiguiéndolo a duras penas, cuando dejó el sitio donde estaban los heridos, que casi no murieron en el acto