Unos quince minutos después.
— Me has sorprendido, Savannah, bailas muy bien. — Halago el CEO Phillips a la hermosa rubia.
Ella se ruborizó ante tal comentario.
— Gra- Gracias… — Susurró Savannah, cuando ambos se habían detenido.
En ese momento, un hombre se acercó a Alexander amigablemente y le saludo comenzando a charlar con él.
— Iré… Afuera un rato… — Susurró Savannah sin querer interrumpir.
Alexander asintió con su cabeza, sin darle mayor atención a ella.
"¿Solo quería bailar conmigo?"
Se preguntaba ella mientras se dirigía afuera.
Unos minutos después, Savannah veía la costa y la ciudad iluminada a distancia durante esa fresca noche.
En su mano Savannah tenía una copa de champagne.
"Vaya lujo, ¿El jefe tiene fiestas casuales en su yate cuando le da la gana?"
Se preguntó a si misma.
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