-No puedo esperar a tu Show privado. Me lo prometiste, linda.
Celeste se mordió con fuerza el labio mientras pensaba qué hacer. Su jefe la había rebajado a camarera por tiempo indefinido, lo que implicaba un sueldo mucho más bajo y además, si Thomas dejaba de pagarle por su tiempo, necesitaría otra manera de conseguir dinero para Tati.
-Supongo que si se lo prometí…- dijo con una sonrisa pícara, colocándose su máscara de chica sensual y complaciente. -No puedo negarme…
El hombre con rasgos europeos sonrió satisfecho, con una sonrisa larga y filosa que inquietó a la joven.
Alejó rápidamente sus pensamientos “No es un mal tipo, hasta me ayudó con esos malvivientes” Pensó para sí.
-Espéreme en el VIP, no querrá que le baile así- Bromeó moviendo sus caderas con el delantal puesto.
César rio de una manera que la joven sintió como exagerada y le robó en beso en su mano- No tardez mucho ángel…- ronroneó haciéndola vibrar.- Ya no puedo esperar mucho más-
-Lo mejor se hace desear- ronron