Cassie y yo volvemos al área de entrenamiento donde Andrew le gritaba a un niño porque le pisaron el pie.
Pero tan pronto como Andrew me vio entrar en la habitación, se acercó a mí, dejando a los reclutas a su práctica de tiro.
-Odio entrenar a los reclutas -ladró Andrew para que los novatos pudieran escucharlo.
-Cálmate An -hablé con calma mientras lo dirigía a la silla para que se sentara-. ¿Es esta la única silla de la habitación? -estaba escaneando la habitación cuando Andrew me llevó a su regazo-. ¿En serio? -le pregunté, levantando la ceja.
-Tengo que hacerles saber lo que es mío -sonrió con orgullo.