Me desperté con el sonido de mi alarma. Mierda.
Me puse un vestido. Estaba lista para ser la persona más odiada de la escuela.
Bajé abajo. Denice estaba cocinando la comida.
-Oye Denice, si alguien pregunta, estoy en la escuela -le dije rápidamente mientras me ponía los zapatos.
-Pensé que Andrew no quería que te fueras -preguntó mientras volteaba los panqueques.
-Mis labios se curaron bien, estaré bien -le aseguré.
-Está bien... pero no será demasiado feliz -me advirtió, apuntándome con la espátula.
-¿Cuándo es feliz?