"Liana..." suspiró mi nombre mientras su enorme hombría dentro de mi cuerpo se hinchaba aún más dentro de mí, tanto que no pude evitar gemir.
Mis muslos estaban demasiado sensibles para soportar su estimulación.
"Oh, Liana, eres tan deliciosa."
Era demasiado excitante... No pude evitar gemir. Al oí