Varias horas después, una vez terminada la cena, Annie toma la bandeja con comida y se dirige a la habitación del presidente.
Al ingresar, se acerca a él y nota que está profundamente dormido, deja la bandeja en la mesa junto a la cama y se queda observándolo detenidamente.Si le hubiesen dicho que existía una persona tan increíblemente hermosa, no lo hubiese creído. Annie no puede creer sus pensamientos, en estos momentos, no puede decir que se ha enamorado de él, pero sí que la atrae de todas las maneras posibles, se siente tan extraña cuando esta frente a él y no es solamente miedo, la emoción que siente en ese momento. Se había criado con muchos vecinos varones, pero siempre los veía como amigos, yendo al basural a buscar un poco de comida, nunca había sentido lo que siente por el presidente. Annie se golpea la cabeza, regañándose así misma, fuera o no fuera amor lo que siente , él jamás se fijaría en ella, no solamente por sus orígenes, sino por su edad, ella apenas es una niña, su padre tendría la misma edad que él.Dejándose llevar por un impulso, lleva su mano a la muñeca de John para ver sus heridas, y se encuentra con varias laceraciones sobre la piel y una bastante profunda con sangre seca a su alrededor. Annie no puede evitar que unas lágrimas rueden por sus mejillas. En ese momento siente la mirada penetrante del presidente, que sin Dudas ya esta despierto, sacando violentamente su mano de la de ella.—¿Qué crees que estás haciendo? —pregunta furioso.—Lo... Lo siento, solo quería ver sus heridas —John puede sentir que está llorando, y por alguna razón se siente culpable por su trato hacia ella.—Estaré bien, mis heridas no son de consideración.—Hay una muy profunda, debería dejarme que la vea, conseguiré elementos de primeros auxilios para curarlo.—No te preocupes, no moriré por ello, aunque estarías muy contenta si lo hiciera.—Sé que estoy cometiendo un delito terrible, pero no es mi intención lastimarlo, ni mucho menos desear que usted muera—Annie agradece tener la máscara en esté momento, para que no pueda ver sus lágrimas.—Ya deja de hacer eso —exclama John, siempre ha sentido debilidad por las mujeres vulnerables, pero esta vez será la excepción.—¿Qué estoy haciendo, señor?—pregunta confundida.—Aunque tengas esa ridícula máscara no significa que no te vea llorar, tus lágrimas no te servirán de nada.—Lo siento señor, no volverá a pasar. Aquí le traje la cena, además... Quiero hablar con usted, si me promete que no me insultara ni me hará daño, necesito que este tranquilo.—¿Qué es lo que quieres?—pregunta John.—Escúcheme... Quiero ayudarlo —el presidente abre los ojos de par en par, sorprendido, quizás Noreen no es tan mala después de todo.—¿Me ayudarás a escapar?—Lo siento, pero ya le dije que no puedo hacerlo —John vuelve a ponerse furioso, la sola presencia de la muchacha le desagrada.—Entonces no tengo nada que escucharte, lárgate, tu sola presencia me molesta.—Por favor, señor presidente, no puedo ayudarlo a escapar, pero si puedo desencadenarlo unas horas , si usted... Me promete...no huir.—¿Qué es lo que estás diciendo? —pregunta aún más sorprendido, esta chica es impredecible, nunca conocio a nadie como ella.—Solo quiero que deje de lastimarse...—Hacerte la buena y considerada no te va a salvar de ir a la cárcel —responde John con mucha dureza.—No lo hago por eso, señor, créame, pero solo puedo hacerlo si usted me promete no huir.—¿Y como sabrás si estoy diciendo la verdad y una vez que este libre no intento hacerlo?—Usted es un presidente, que hace años vive para nuestro país, es muy sincero y leal a la gente, no lo conozco, pero creo que jamás le mentiría a alguien, correré el riesgo de confiar en usted —algo dentro de John se movilizó, quien es esta m*****a mujer... Que lo tiene secuestrado por dinero y aun así se preocupa por él.—Escúchame Noreen... No puedo prometerte que no lo haré—se sincera.—Entiendo, señor presidente—Sin mediar palabra, Annie se acerca a los brazos de John, saca una llave del bolsillo y abre el candado, dejándolo libre.John no puede creer que ya no está atado a las cadenas, después de tantos días, se levanta de la cama y comienza a sentir como su cuerpo reacciona, estaba tan entumecido por estar en la misma posición... M*****a sea, esta mujer acaba de liberarlo.—Sérá libre por unas horas, señor presidente, no intente escapar, por favor, mi gente está armada allí afuera, y no dudarán en disparar—Annie siente que nuevamente las lágrimas ruedan por sus mejillas, sin poder contenerse. Intenta dar media vuelta y salir de la habitación, pero John la toma del brazo para detenerla.—Noreen...—Por favor, déjeme ir—súplica ella.—¿Por qué lloras? —pregunta sorprendido, jamás había visto a un secuestrador actuar de esta manera.—Porque no se imagina lo culpable que me siento al estar haciendo esto... No soy una delincuente, o al menos no lo era...—¿Quieres decir que?..—Es la primera vez que hago algo así... Estaba desesperada por el dinero, señor presidente. Jamás mi intención fue hacerle daño—confiesa Annie, la culpa la esta carcomiendo por dentro.—Escúchame Noreen... Puedo entender por qué lo has hecho, si me dejas ir, prometo que te ayudaré.—No puedo hacerlo, juro que si estuviera en mis manos, usted ya no estaría aquí, ellos mataran a mi familia si lo dejo ir.—¿Quiénes son ellos? —pregunta John, quizás ella sabe más de lo que dice.—No lo se, solo se que eran personas que no querían que te presentaras a la convención por la paz.—O sea que... Ustedes no me secuestraron por un rescate, a ustedes les pagaron para que me secuestren—John no puede creer lo que esta escuchando, ¿Realmente puede confiar en ella?—Nuestro trabajo era secuestrarlo para que no asista a la convención, para que deje de meter las narices en donde no debe.—No lo puedo creer... Noreen, escucha... Prometo no huir con una condición—no sabe si puede confiar en ella, pero al menos lo intentará, además si se va ahora quizás nunca descubra quien fue el traidor, por el momento le conviene quedarse allí.—Dígame, señor presidente.—Noreen... No intentaré huir, por el momento...pero Necesito que me ayudes a investigar quien está detrás de todo esto.Hola mis nuevos lectores, como sabrán hace días que estoy en buenovela y necesito de su ayuda ❤️ con sus me gusta, comentarios y que me diga sigan muchas gracias ❤️—¿Cómo podría hacer eso, señor presidente? —pregunta Annie sorprendida. Sabe que son personas muy poderosas, capaz de hacerle daño a Marcus y a su madre.—Escucha... Hagamos un trato, Noreen, no te haré daño, no volveré a insultarte, no intentaré huir, a cambio de que averigües quien está detrás de todo esto, o traigas información... prometo protegerte pase lo que pase... ¿Aceptas? —manifiesta John, mientras le brinda su mano derecha para cerrar el trato. Después de pensarlo unos segundos Annie acepta, no sabe si esta haciendo lo correcto, pero últimamente no lo está haciendo así que no le queda otra opción que aceptar el trato con el presidente.—Acepto, señor presidente —Annie le brinda su mano y cuando ambas se estrechan puede sentir una corriente eléctrica qué recorre todo su cuerpo ¿Por que siente estas cosas? ¿Acaso se ha vuelto loca?John no pasa inmune a ese contacto, siente algo que le es incapaz soltar la mano que tiene entre las suyas, esa mano callosa, lastimada, pero suav
—¡Oh, por Dios! —Exclama Annie, asustada llevándose instintivamente las manos a su rostro, dándose cuenta de que el presidente acaba de descubrir su identidad —Señor presidente... yo—esta tan nerviosa que las lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas sin poder controlarlas.John no puede creer lo que esta viendo, es que es imposible... Su secuestradora es... Solamente una niña. Sin embargo, nunca había visto a una niña tan increíblemente hermosa, maravillosa, dueña de un cabello castaño claro ondulado y unos ojos celestes impresionantes, que podría perderse en ellos por horas, de donde salió esta belleza de mujer, que no puede dejar de mirarla.—Así que no te llamas Noreen —manifiesta John cuando logra por fin que las palabras salgan de su boca.—Lo siento, no quería mentirle—Annie baja su mirada, avergonzada —tenía miedo de que descubriera mi identidad, pero ya no puedo esconderme de usted.—Hicimos un trato, no tienes porque tener miedo de mí —le recuerda John, sin poder dejar de
—¿A que se refiere con asesinarlo? —pregunta Michel conmociónado, ¿Qué fue lo que paso? Hasta hace unos días querían que tenga los mejores cuidados, ahora quieren deshacerse de él.—¿Acaso no sabes lo que es matar a alguien? —exclama MMG indignado, que mala suerte tuvo de haber encontrado unos imbéciles para secuestrar al presidente.—Si señor, solo que hace unas semanas nos dijo que lo cuidemos bien y ahora... Me está pidiendo que acabemos con él, secuestrar y asesinar no es lo mismo, estamos hablando del presidente de la nación.—Michel desde el principio te dije que los protegería, solo tienes que matarlo y deshacerte del cuerpo, no es muy difícil.—Entiendo, señor.Max no sabe qué hacer, estos días como presidente, al estar desaparecido John, es un caos, nunca se imaginó que fuera tan difícil. Esta en su despacho preparando un discurso, ya que en unas horas, debe dar una conferencia de prensa a todo el país, comentando los avances en la búsqueda de John, no son muchos, pero hay al
—¿A qué te refieres con eso, Annie? —pregunta John confundido, observándola detenidamente.—No lo se, solo se que he escuchado esa voz en otro momento.—Quizás lo has visto en la televisión, Max me acompaña a todos los viajes y muchas veces ha dado conferencias de Prensa en mi lugar—confía tanto en él, sin dudas se siente una persona Privilegiada al tener un amigo como Max, sobre todo en la política, donde la amistad es algo que no todo el mundo la tiene.—No creo, no miro mucha televisión, hay algo extraño en él.—¿Qué queres decir, Annie?—Olvídalo, seguro son ideas mías, comamos o se enfriará la comida.—Tienes razón—John toma sus cubiertos y comienza a cortar el pollo, luego, junto a una rodaja de papa, se lo introduce en la boca, saboreándolo con mucha nostalgia, cerrando sus ojos. Annie observa la situación, preocupada.—¿Estás bien?—Si, Annie... No te imaginas lo que esto Significa para mí —confiesa John, siendo vulnerable por primera vez con ella, algo que no es muy normal en
—Annie, he hecho cosas muy malas en mi vida, sin embargo, jamás asesine a alguien, no puedo hacerlo, pero no nos dejaran en paz hasta que no hayamos acabado con él.—Michel, por eso dejame hablar con John, si llegamos a un acuerdo podemos liberarlo y obtener protección—le explica intentando hacerlo entrar en razón.—Annie, ¿Es que no entiendes que esas personas son demasiado poderosas?—¿Mas poderosas que el presidente de nuestro país? No lo creo...—Has hablado con él ¿Verdad? —pregunta Michel, Es que es obvio que Annie siente algo por ese hombre y hará todo lo posible para salvarlo.—Si, lo he hecho y es una buena persona, estoy segura que nos ayudará.—¿De verdad aun crees en los reyes magos, Annie? —pregunta cínicamente, no puede entender como es tan tonta, debería haber aprendido mucho de la vida ya—estoy seguro que esta tratando de manipularte para que lo saques de aquí.—No seas así, Michel... Dejame hablar con él—insiste.—Esta bien, has lo que quieras, si quieres morir, adel
Max esta en el despacho presidencial. Acaba de recibir la noticia de uno de sus contactos, que si no acaba con la vida del presidente, los negocios de tráfico de armas al país en guerra, quedan cancelados.Siempre supo que John era un estúpido... Que su corazón podía llevar al país a la ruina, demasiado blando, demasiado sentimental. Cuando se le ocurrió la idea de organizar una convención por la paz, tenía ganas de romperle la cabeza ¿Acaso no sabía que mientras más guerras había en el mundo, más se beneficiaba su país con las ventas de armas? Pero no... Él siempre tan pacifico, en contra de las guerras. Llegado el día de la convención se le ocurrió la maravillosa idea de secuestrarlo. Sabía que no le iban a hacer daño, que lo mantendrían en buen estado de salud, pero su desaparición no solo generó polémica, si no también beneficios a los demás paises traficantes, ya que convenía que Max ocupará el cargo de presidente, era más manipulable que John.Sin embargo, ahora, uno de esos paí
Annie no puede creer lo que esta escuchando ¿es que se ha comportado de una manera tan tonta frente a él, que este se ha dado cuenta de sus sentimientos? Piensa, sin embargo, intentará negarlo a como de lugar.—Creo que te estás confundiendo, John. Que yo sea amable y considerada contigo, no significa que me haya enamorado de ti—exclama, intentando mostrarse segura.—¿Acaso crees que no siento como me miras o me acaricias cuando estoy durmiendo? —le confiesa mirándola a los ojos, pudiendo ver todas sus inseguridades.—Entonces tú... —titubea, sintiéndose muy Avergonzada.—Fingía dormir Annie, tenía que ganarme tu Confianza... pero creo que gane mucho más que eso —confiesa John, humillándola.—Eso... No significa que este enamorada de ti.—No intentes negarlo... Es inútil —John se levanta de la cama, se acerca a ella, la toma de la cintura violentamente y la aprieta contra él, despertando nuevas sensaciones en el cuerpo de ella.Su corazón comienza a latir con rapidez , sus mejillas se
—¿Qué es lo que estás diciendo, Michel? —pregunta Annie preocupada, sabe que ha llegado el momento, debe idear un plan para sacar con vida al presidente, luego irá por su madre y Marcus y escaparan a donde sea, si es necesario los llevará a la ciudad —No quiero ser cómplice de un asesinato, esto no era parte del plan.—Lo se, Annie. Lo sé. Pero no tenemos otra opción, es el presidente o nosotros —exclama, aterrado—además... No seremos cómplices, solo debemos dormirlo con una droga y ellos vendrán por él.—¡Estás loco, Michel! Un secuestro y un asesinato son cosas muy distintas—Annie intenta convencerlo de que no pueden hacerlo, pero se da cuenta de de que es inútil.—Escucha Annie... ¿Quieres que acaben con la vida de tu madre, ahora que esta funcionando el tratamiento?—Por supuesto que no, Michel. Pero entiende que no puedo hacerlo.—¿Qué idea mejor tienes entonces? —pregunta Michel, desesperado —yo tampoco quiero deshacerme de él, pero no se me ocurre nada que pueda hacer.—Déjame