Lo miro y bajo la mirada.
Me siento incómoda porque yo no sentí nada por él la primera vez que lo ví.
- ¿Qué pasa? - Fabián me mira con preocupación.
- Tengo que confesarte algo. - no puedo mirarlo a los ojos por lo tanto miro hacia sus pies
-¿De qué se trata? - cuestiona poniendo sus dedos en mí barbilla y levantando mi cara para que lo vea.
- Tal vez me odies después de esto. - lo miro a los ojos y él frunce el ceño.
- ¿Por qué podría odiarte?
- Porque yo no sentía nada por tí. - le confieso mirándolo a los ojos y él quita sus dedos de mi barbilla.
-¿Es una broma? - cuestiona completamente confundido.
Entró al balcón y comienzo a ver todo. Está a punto de esconderse el sol así que corro hacía la la puerta de la habitación.
- ¿A dónde vas? - cuestiona Fabián.
- Ven conmigo, seguro se ve muy bonito desde aquí. - digo y Fabián me mira sin entender.
-¿El qué? - pregunta Fabián confundido.
- El atardecer. - digo y él pone su boca en forma de "o".
Tomo la mano de Fabián y lo llevo conmigo