Días después...
Christian lanzó en el aire el mantel de cuadros rojos para extenderlo y ponerlo sobre el pasto verde, cuando este finalmente quedó bien acomodado, Blake puso la canasta de mimbre en la orilla, se sentó y acomodó lo que había en el interior, dos copas de vino, pan de ajo, uvas, fresas y queso, Christian recordó el maratón de sexo de días desde que llegó a ella, hoy era el primer día que salían de la cama, a Blake se le notó más brillosa la piel, sus facciones eran distintas, la nostalgia en sus ojos se había evaporado. Blake notó que la miraba.
— ¿Qué piensas? —preguntó ella antes de probar de un mordisco una fresa, Christian pensó en que la agonía finalmente había llegado a su fin, cada rincón dentro de él, estaba lleno de felicidad,