BODA ARREGLADA.

Narrador.

—Nunca encontrarás un hombre que quiera casarse contigo, estás es la única oportunidad que tienes de saber que se siente ser la esposa de alguien —dijo Grecia mirando a Elizabeth con asco 

—Nunca he pedido casarme, no comprendo cuál es tu afán de que me case con ese tal Edward —le respondió Elizabeth a su tía con enojo.

—Solo quiero que te largues de mi casa, ya no soporto verte —   Grecia no encontraba una mejor solución para que Elizabeth no supiera de sus planes.

—En 15 días me iré y no tendrás que volver a verme nunca más —le respondió Elizabeth mientras acomodaba sus guantes.

Grecia se quedó en silencio pensando en otra manera de hacer que Elizabeth accediera a casarse.

—Te daré dos opciones, número 1 te casas con Edward — le decía Grecia enumerando con los dedos —número 2 te vas ahora mismo de mi casa — al decir esto Elizabeth sintió terror y Grecia sonrió al notar su temor.

—Está bien, me casaré —dijo Elizabeth pasándole sus documentos a su tía, quien la miraba complacida.

—Veo que eres inteligente —dijo Grecia al marcharse.

Edward como cada día se encontraba en el gimnasio de su casa, ejercitando su cuerpo trabajado de cuál no se descuidaba, al terminar su rutina diaria camino a su habitación para ducharse tenía prisa, hoy tenía una junta muy importante con los pocos accionistas que aún conservaba y debía darles las buenas noticias de que había conseguido un inversionista nuevo.

¡Gran inversionista! Pensó sonriendo con malicia, él aún no conocía a Elizabeth ni le interesaba conocerla, a él solo le interesaba una cosa y era salvar su empresa.

¡Ese mosco no será problema! Pensó mientras abotonaba su costosa camisa.

¡Un año solo será un año Edward! Se decía así mismo dándose ánimos para seguir adelante con la e****a de la cual él estaba siendo partícipe.

Al bajar a la primera planta de la despampanante casa se encontró con su chófer Justin, quien al verlo le hizo entrega de los documentos de Elizabeth para llevar a cabo los procedimientos de la boda.

Edward por curiosidad miro la foto del documento de Elizabeth.

¡Sí que es fea! Pensó, pero no le dio importancia porque él no iba a tener ningún tipo de relación con Elizabeth, solo la encerrará ese año como ella está acostumbrada.

3 días después.

Narra Edward.

Llegamos a una casa de un barrio pobre, no sé por qué me metí con esta gentuza, pero nada ya estoy aquí y no puedo echarme para atrás, al entrar a la casa nos recibe una señora de unos 50 y algo quien al verme se sorprende.

-Parece que su hijo no le hablo de mí-. Supuse 

Ella trató de disimular su sorpresa y me invitó a tomar asiento junto al oficial civil que llevará a cabo la boda.

Al rato llegan dos chicas fangal queriendo aparentar ser mujeres de clases, pero por encima del maquillaje barato se les nota que son putas callejeras, una de ellas se sienta frente a mí coqueteándome y abriendo las piernas con una minifalda que no le tapa absolutamente nada.

-Solo me causa asco, ofrecida- Pensé enfadado porque no me agrada este tipo de mujeres barriales que creen que me pueden seducir mostrando su cuerpo.

Narrador.

—Justin como diablo se te ocurre buscarle un hombre, así como esposo a tu prima cuando me llamaste y me dijiste que habías solucionado el problema, pensé en era un retrasado mental, alguien igual a Elizabeth — le dice Grecia a su hijo entrando en una habitación alejada de la sala en donde se encuentran sentados los invitados.

—Madre, solo dijiste que buscáramos un hombre dispuesto a casarse con la loca de mi prima, no me diste detalles de cómo tenía que ser ese hombre — le dice Justin, cansado por qué su madre nunca se siente satisfecha con todo lo que él hace.

—Tu jefe es millonario de buena familia y aparente, ese hubiera sido el tipo de hombre perfecto para una de tus hermanas, no para ese mosco feo, entiende hijo —Grecia solo quería lo peor de lo peor para Elizabeth, ella deseaba un hombre feo con problemas mentales que fuera sucio.

-Ese hombre es demasiado para esa loca, mis hijas se merecen un hombre como ese no, Elizabeth ella no puede tener nada mejor que mis hijas, eso no volverá a pasar, su madre consiguió lo que yo no puede, pero yo me encargaré de que su hija no obtenga lo que mis dos niñas se merecen- Pensaba Grecia repitiendo eso en su cabeza como si estuviera grabando ese pensamiento para nunca olvidarlo.

—Madre, tú crees que un hombre como mi jefe que está acostumbrado a tener una supermodelo diferente cada noche en su cama estaría casándose por gusto con Elizabeth, esto él lo hace por necesidad, está casi en bancarrota, el casarse con la loca es un alivio económico nada más, él no quiere dejar la vida de niño rico que lleva, así que te recomiendo que busque al mosco feo que firme esa m****a para que podamos recibir ese dinero para salir de esta m****a de barrio estoy cansado de ser sirviente de ese inútil presumido — dijo Justin hastiado de trabajar para Edward a pesar de que le hizo la propuesta a él, Edward le cae mal.

 Grecia no quería dejar ir una oportunidad como esta, de mezclarse con personas de la clase alta, para poder presumir a un yerno millonario y tan famoso como lo es Edward, ella sabía que si una de sus hijas se casaba con un hombre como Edward su estatus cambiaría y las vecinas chismosas iban a tener que tragarse sus palabras al ver que ella se convirtiera en una dama de sociedad, pero ella no perdía las esperanzas porque Justin le informo que Edward se casaría con Elizabeth por un año.

¡Buscaré la manera de que se enamore de una de mis niñas! Pensó Grecia imaginando cómo entraría ella con un vestido de gala a uno de esos cócteles de gente rica.

Narra Elizabeth.

—Mosco feo, estás lista para que te largues de mi casa — dice mi tía entrando a mi habitación con una sonrisa de satisfacción.

—Si ya estoy lista —estoy más ansiosa que ella por irme de este infierno 

-Cualquier ratonera sería mejor que este nido de víboras venenosas-Medité bajando la escalera viendo aún señor con traje negro como de uno 50 años, calvo y barrigón.

-Sabía que me buscaría algo como eso- Reflexioné mirando al señor que podría ser mi padre porque me dobla la edad.

El otro hombre a su lado que me imagino que tiene que ser el oficial civil me mira con cara de asco en pocas palabras diciéndome guácala sin mencionar una sola palabra y eso a mí no me afecta porque ya estoy acostumbrada a esos tipos de expresiones porque la pocas veces que he salido de la casa solo recibo mirada como esa.

—Al mal tiempo hay que andarle con prisa, así que salgamos de este sacrificio —dice el oficial civil mostrándose hastiado, al parecer ese hombre es bien malhumorado.

-Pobrecita de la esposa de ese señor tan insoportable- Consideré 

El señor corpulento cogió un maletín y sacó unos documentos y lo empezó a leer enumerando algunas leyes que en realidad no entiendo ni me interesan, porque seguido salgamos de aquí le diré que en 15 días quiero el divorcio.

El señor sigue leyendo y me pregunta que si me estoy casando por opción propia o si me están obligando me quedé en silencio unos minutos y mi tía me miró queriéndome decir

 * te echaré a la calle *

—No, señor, nadie me está obligando a nada —le dije apretando los dientes para no gritar y decirle todo el maltrato que sufro por parte de la bruja que tiene al lado.

Estamos aquí para unir en matrimonio a Edward O'Higgins y Elizabeth Marit. En primer lugar, voy a proceder a dar lectura al acta matrimonial: Siendo las 15 horas del día 8 del 5 de 2021, comparecen quienes acrediten ser su tía Grecia Miller y su primo Justin García Miller, al objeto de contraer matrimonio civil en virtud de autorización recaída en el expediente número 9876». Dijo el señor que al principio pensé que era mi futuro esposo y resulta que mi esposo será el ogro que me tiene asco.

¡Pobrecita de mí que seré la esposa de una bestia que aparenta ser humana! Pensé nerviosa porque en realidad me parecía mejor casarme con el señor oficial civil que se ve que es una persona amable.

¡De que le sirve ser tan hermoso si es una horrible persona!  Pensé conteniendo el deseo de llorar.

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